El liderazgo ágil en los proyectos en tiempos del coronavirus
Por: Ing° Adm. CIP Mg. Paul Villacorta
Docente de la Escuela de Postgrado de la USAT
Docente de la Escuela de Postgrado de la USAT
Desde que el hombre llegó a la tierra, siempre ha hecho proyectos. Hay que echar un vistazo a lo que realizaron los egipcios, los romanos, los griegos y, más aún, los incas, los mayas y los aztecas, quienes sin conocer todas las técnicas, las herramientas y las metodologías que ahora conocemos, los hicieron bien.Los proyectos actualmente están en todos los sectores e industrias, como principal herramienta para lograr los objetivos estratégicos que persiguen, el tema es cómo lograr aumentar la probabilidad de que sus proyectos sean más exitosos, a través de la Dirección de Proyectos, como disciplina que permita lograr que las organizaciones crezcan y se desarrollen de manera sostenible, pero esta necesidad está condicionada a la gestión de las variables, tanto internas como externas (exógenas), que se deben balancear o equilibrar para lograr el cumplimiento de los requisitos y lograr la satisfacción de sus interesados (stakeholders).
Ahora, hay un problema, que este logro de objetivos, a través de los proyectos, no solo se da con la aplicación de capacidades técnicas, sino por el contrario, es necesario desarrollar las habilidades interpersonales o blandas, las cuales son la base para lograr el “liderazgo ágil” (Ver triángulo talento PMI®).
Según los estudios realizado por “Pulso de la Profesión de PMI® 2013”, el 75% de las organizaciones creen que el liderazgo es la habilidad más importante para el éxito de proyectos complejos, y el 71% de las organizaciones creen que el liderazgo es la habilidad más importante para el éxito a largo plazo del director de proyecto.
Para entender porque se crea el concepto del “líder ágil”, hay que mirar la necesidad de las organizaciones de lograr el éxito sostenible en sus proyectos, estas tienen que desarrollar un nivel de agilidad organizacional que iguale el nivel incremental de “cambio y complejidad” en su ambiente de negocio.
Para esto debemos entender que actualmente las organizaciones deben gestionar sus proyectos en el entorno “VUCA”
Esa Volatilidad debe tener una respuesta al cambio, esa Incertidumbre debe contrarrestarse con la colaboración y experimentación constante con el cliente, esa Complejidad debe gestionarse con actitud y de diferentes ángulos y esa Ambigüedad debe manejarse con la funcionalidad y seguridad que el cliente necesita.
Estos entornos VUCA deben gestionarse actualmente con el “liderazgo ágil”, a través de las 3C: Comunicación, Compromiso y Colaboración.
En esencia, es la habilidad de liderar efectivamente bajo condiciones de cambio acelerado y complejidad incremental.
En el liderazgo ágil, el trabajo ya no se contempla como una meta, sino como un medio para alcanzar un propósito.
Si no trasladamos esta filosofía a la gestión de una organización será difícil mantener colaboradores comprometidos o simplemente no podremos retener a los mejores.
En estos tiempos de coronavirus debemos de comportarnos no solo como líderes, sino como líderes ágiles que vean siempre el futuro en todo momento.
Si no queda claro, observen la siguiente figura del año 1962, la cual, proyectaba un escenario del año 2022.
El mensaje final que les quiero transmitir con el preámbulo indicado es que, con o sin pandemia, el ser humano debe seguir avanzando en su camino para el logro de sus objetivos y contribuir con la sociedad. Es momento de hacerlo.
“Just Do It, Go Ahead”
