Apostemos por la prevención para eliminar la violencia contra la mujer
Rosa De Jesús Sánchez Barragán
Directora del Instituto de Bioética – USAT
Directora del Instituto de Bioética – USAT
Rosa De Jesús Sánchez Barragán
Directora del Instituto de Bioética – USAT
Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta fecha fue elegida en conmemoración del brutal asesinato en 1961 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del entonces gobernante dominicano Rafael Trujillo. Por ello, el 20 de diciembre de 1993, debido a las constantes protestas y marchas en pro de los derechos de la mujer, la Asamblea General de la Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. La importancia de esta declaración es haber aportado una definición completa sobre violencia contra la mujer, la formulación clara de los principios que deben ser aplicados para contrarrestar dicha violencia, así como el compromiso por parte de los estados y de la comunidad internacional de asumir responsabilidades para que ello se logre. Esta celebración se sumó a la causa, teniendo como objetivo sensibilizar a la población acerca de la necesidad de eliminar toda forma de violencia contra la mujer en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos.
El Perú, al igual que en otros países de Latinoamérica, no ha sido ajeno a incluir normas de protección a la mujer dentro de su ordenamiento jurídico. Podemos afirmar la existencia de dos etapas: Una etapa preventiva que inició en el año 1993 con la dación de la Ley de Protección frente a la Violencia Familiar y luego se afianzó en el año 2011 con la incorporación del delito de feminicidio, Ley 29819 que modifica el artículo 107 del Código Penal y que constituirá un etapa nueva en la protección a la mujer deforma represiva, con leyes más severas pero lamentablemente deficientes en sus resultados, al día de hoy suman 145 las mujeres víctimas de feminicidio en el Perú.
Consideramos que la mejor forma de proteger a la mujer de toda violencia no se logra sólo con una normatividad represiva sino resulta necesario que en nuestro país exista un compromiso serio de políticas de prevención que tenga como ejes de trabajo 5 iniciativas, que a continuación proponemos:
El fortalecimiento de las normas a favor de la familia y la derogación del Decreto Legislativo 1443 o denominada Ley de familias democráticas.
La incorporación en las políticas públicas de un enfoque de familia, que tiene como finalidad: promover y promocionar la familia en el desarrollo del individuo y la sociedad; garantizar el cumplimiento de las funciones y fines de la familia bajo el principio de subsidiariedad; promover la estabilidad familiar y la corresponsabilidad; proteger a las familias en situación de vulnerabilidad, promoviendo el respeto y el reconocimiento del valor y dignidad de cada uno de sus miembros.
Necesidad de normatividad que tengan como base la complementariedad y reciprocidad entre varón y mujer, buscando una igualdad en la diferencia entre el varón y la mujer.
Implementación de políticas de salud mental en todos los ambientes en donde el ser humano se desarrolla, desde la primera infancia hasta la senectud a fin de reducir los índices de violencia a tiempo.
Políticas educativas, dirigidas a promover relaciones de respeto e igualdad entre varón y mujer desde la infancia; así como la implementación de un curso de Educación de la afectividad y de la sexualidad humana a nivel de Educación básica regular que tenga como base una educación en virtudes y la incorporación a nivel universitario de la asignaturas de Bioética.
Todas estas propuestas permitirán que el trabajo para eliminar la violencia contra la mujer sea más efectivo y duradero, para construir una sociedad pacifica, donde varón y mujer no se encuentren en lucha sino que ambos se complementen y por tanto se viva en armonía.
