En tiempos de crisis: ajustar, innovar y colaborar
Por: Inti Núñez
Docente de la Escuela de Posgrado USAT
Docente de la Maestría en Administración y Dirección de Empresas USAT
Ingeniero agrónomo, MBA, MSc
Director de estrategia (Facultad de Ingeniería, UdeC)
Presidente de Compite
Docente de la Escuela de Posgrado USAT
Docente de la Maestría en Administración y Dirección de Empresas USAT
Ingeniero agrónomo, MBA, MSc
Director de estrategia (Facultad de Ingeniería, UdeC)
Presidente de Compite
Esta crisis es muy real, y será profunda. De acuerdo con el BID y según cifras tomadas desde diversas encuestas la mayor parte de las PYMEs en Latinoamérica han perdido entre un 60 a 80% de las ventas, y además tienen dificultades para obtener materias primas y producir. Salir de esta situación tampoco se ve fácil pues los países más rápidos en volver a la normalidad -unos 6 meses- son los que tengan una excelente estrategia sanitaria y un rol de los incentivos públicos a la economía adecuados y sustantivos, pero en el caso de Perú y Chile la estrategia sanitaria no ha sido demasiado efectiva, el hacinamiento de las ciudades y una parte sustantiva de la población que necesita salir a trabajar para lograr sustento, impiden una estrategia sanitaria parecida a los países ejemplares, y así lo esperable es una recuperación de año y medio.
Pero ¿Qué hacer ante esto? Las Pymes, los emprendimientos, no pueden quedarse absortos ante la crisis, es necesario moverse y la receta tiene tres movimientos: ajustar, innovar y colaborar.
Ajustar, con esto nos referimos a alivianar la carga, hacer ajustes de gastos, inventarios, con los diagnósticos claros salir a movilizar los activos y ganar caja. Así, los hoteles deberán vender lo que exista en bodega, alimentos y limpieza, renegociar arriendos -quien pueda-. Lo relevante es darse cuenta de que tener recursos líquidos da fuerza y permite movimiento y las empresas lo requieren.
Un segundo movimiento es innovar. Aún cuando suene contrario al primero, la idea es ajustar para tener liquidez, pero salir a hacer pruebas, cambiar para recuperar terreno y adaptarse antes a los cambios en las demandas. Diversas consultoras internacionales han comparado y medido los impactos en los resultados post crisis entre empresas que innovaron y quienes tuvieron estrategias conservadoras, y los resultados favorecen largamente a las innovadoras. Por eso mismo, la invitación es a adaptarse, moverse, cambiar frente al cliente y de ese modo recuperar lo antes posible el terreno perdido.
Por último, invitar a colaborar, las crisis son momentos difíciles, de mucho riesgo, estrés y donde lo humano se mezcla muy fuertemente con la gestión. Entonces llamamos colaborar a abrirse a conversar, involucrarse con su entorno, su ecosistema, pedir y dar ayuda, hay una economía que recuperar y todos son necesarios. Conversar baja riesgos, da acceso a capital, mercados, proveedores, clientes, pero no solo eso, alivia tensión, nos hace ver que no somos únicos, nos estimula. Este consejo es a abrirse a la comunidad, ser humanos, confiar en que hay mucho más que ganar que perder en estar unidos.
