La literatura infantil, una manera sencilla y cautivadora de descubrir mundos
Una característica de nuestro tiempo, patente en las últimas décadas, es la gran difusión y publicación de libros infantiles y juveniles. Los encontramos no solo en librerías, sino en supermercados, quioscos, en realidad, están al alcance de todos. ¿Podríamos decir que esta proliferación de cuentos y novelas es reflejo de la avidez de los chicos por leer? Pues, no, necesariamente. Así como notamos libros infantiles por doquier, también percibimos que hay una gran preocupación por la lectura. Padres, profesores, público en general intentan que chicos y jóvenes se inclinen por ella. ¿Consiguen su propósito?
Si se trata de que prefieran leer, lo importante reside en despertar el interés de los niños y jóvenes por los libros, se trata de que lean con frecuencia libros variados y en diferentes contextos. Y esa es tarea de los padres y profesores. Se debe tener en cuenta que la lectura es un proceso destinado a construir el significado de un texto. Según Beatriz Actis, este concepto impide que un texto pueda tener un solo significado. Señala la autora que hay tantos significados como lectores ya que el significado de la lectura se renueva cada vez que un lector entra en contacto con ella. Y ¿de qué depende esta permanente transformación? Pues de la intención de la lectura, de las experiencias previas de cada lector, de su conocimiento del mundo y de sus competencias lingüísticas, discursivas y textuales. Estos son los aspectos a tener en cuenta en cada lector, de allí que cada uno realice su propia construcción.
Estoy convencida, también, que los educadores tenemos un papel decisivo en esta tarea de lograr que los chicos encuentren placer por la lectura. No se trata solo de la selección acertada de los libros, de realizar diferentes actos de lectura sino de reflexionar y establecer rutas acerca del papel del lector en la construcción del sentido. Se trata de acercarlos al libro, de no obligarlos a leer uno determinado, de dejar que elijan entre muchos.
Creo que tenemos que encontrar la llave que les permita descubrir este mundo y otros, que ponga al alcance de sus manos la respuesta a mil interrogantes, que la literatura les facilite participar de las emociones, aventuras y desventuras de personajes inolvidables como Peter Pan, El soldadito de plomo, Alicia en el país de las maravillas, Pulgarcito, Ivanhoe, Matilda, Oliver Twist, Harry Potter, El señor de los anillos, El principito, El Quijote, Mary Poppins, El escarabajo de oro, Hamlet, entre un sinfín de novelas y cuentos que permanecen vigentes, gustan a un público diverso y constituyen la invalorable riqueza cultural del mundo.
Abril tiene el encanto de tener presente al libro, precisamente el 23 es una fecha que recuerda a grandes escritores: Cervantes, Shakespeare, el Inca Garcilaso de la Vega, pero de manera especial trae a nuestra mente nada menos que a un personaje entrañable por su hidalguía y caballerosidad, por su apoyo al desvalido y por sus sueños locos: el Quijote. No hay duda que la genialidad de Cervantes ha hecho posible que esta novela trascienda el tiempo, que cumpla 517 años y que sea la motivación para celebrar el Día del libro.
